viernes, 27 de febrero de 2009

En el horizonte unas nubes grises se sientan a llorar sobre el río.
El río se vuelve turbio: ahoga algún que otro árbol, se hace más ancho.
Botellas de plástico, algunas ramas, yo, cajas de cigarrillos, en la orilla.
El agua ayudada por el viento ayuda al agua a purificarse.
También ayuda a que esté un poquito más lejos de vos.
Acá en la orilla hay rabia de perros, copas ahogadas, ruidos oscuros, sombras que bailan un ritual satánico.
Ramas, latigazos del viento que torturan a los sensibles.
Y acá, tan cerca, un poquito más lejos de vos.

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