domingo, 14 de octubre de 2007

Sin repetir y sin soplar.

No sé.
Pero a la vida le anda pintando, de día, encontrarme con quienes no busco.
Y la manía de no encontrarme con quienes busqué.
Esta vez probó con la noche y me pintó con quien sí buscaba.
Estoy con quien encontré y ya extraño.
Supongo que extraño por este futuro cercano que me está pisando los relojes y no hay más encuentros.
Un vaso viene a acompañar a mi garganta.
La lengua pide que la mano le haga la gamba mientras busca y el futuro con el final escrito se acerca.
Tres cosas para dos manos.
Dos cosas y una sola visitó.
Una cosa y el futuro llegó.

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