jueves, 1 de marzo de 2007

Alineamiento (y no miento).

Un remolino de pensamientos, de sentimiento y de ideas que se quieren escapar.
La tinta es eterna o, en su defecto, mediante ella se inmortaliza.
Pero me resulta cansador este afán de intentar explicar cosas que no creo poder (ni creo en el poder, ya que estamos).

Renovando energías bajo un cielo gris en el jardincito donde corren los duendes llevándose por delante vasos y/o agarrando porciones de magia de entre el pasto.

Y esas cosaslindas que te siguen demostrando que las casualidades no existen.
Si está acá es porque a su forma es un mesías, un maestro.

Un tipo de milagro que lo hayan concebido, sin padre carpintero, sin espíritu santo (o sí, pero en él).
Y después de ese ritual-cena, tu alma dando saltitos.
Las sombras se entrelazan con el humo y, subiendo, van limpiándose con la brillantina del cielo.
Todo tira para un mismo lado (al menos hoy, al menos ahora).
Hasta el cientotreintaycin' no quiere ser menos y no se hace esperar.
Hasta helado aguardando por mí.

Hasta la lluvia que espera que esté en mi refugio para hacerse fuerte.

2 comentarios:

Lucien. dijo...

Decadenteeees, así somos (¿?)

Permiso.
Sentí losa y subí.
Como usted ya sabe: gracias por participar de este amanecer.
Que la amola. Que se cuidese.
Gila.
(=
Abur.


P.D: Hágame acordar que le diga de la Luna.

Péto dijo...

Excelente.